sábado, 10 de abril de 2010

Memorias de un superviviente


Víctor Marcos Oppel, rumano, fue liberado de Sachsenhauses el 20 de abril de 1945. Lo que más recuerda "es el hambre...y el "appel", el recuento de prisioneros al volver a las barracas, una ceremonia que llevaba horas y horas bajo la lluvia, la nieve, los 20º bajo cero. ¿Quién podía escapar? Si alguien faltaba era porque había muerto. Entré en el campo de concentración con catorce años y con 78 kilos...Ahora valoro la insistencia de mi madre cuando me obligaba a tomar el desayuno. A veces me iba a la escuela sin tomarlo, y ella no se movía de mi lado hasta que me lo tomaba... Para llegar al campo de trabajo caminábamos siete kilómetros, mal calzados y apenas cubiertos por los uniformes a rayas. No éramos ni siquiera hombres, éramos números. Un día vimos un caballo muerto cubierto de gusanos...pero nos abalanzamos, lo devoramos y vivimos ese momento como un festín...Otro día, mientras limpiaba un vagón, alguien me dijo, "si te preguntan la edad no digas catorce, di que tienes diecisiete". Poco después llegó al campo el gran monstruo, Joseph Mengele. A una orden suya, algunos formaron a la derecha y otros lo hicieron a la izquierda. Yo quedé en medio. Entonces me preguntaron mi edad, dije diecisiete, y me mandaron a la derecha. Así, sin saberlo, salvé mi vida ya que a los de la izquierda los asesinaron en masa. Los de la derecha seguimos trabajando en el campo de concentración. Un paso, un simple paso, era la vida o la muerte.
Colaboración de Marina García Diéguez 2º ESO IES Monterroso

1 comentario: